Todos teníamos la esperanza e incluso la confianza en que Carlitos venciera a Nole y alcanzara así la final de Roland Garros. El juego era intenso, el serbio tenía aprendida la lección de Madrid y había planteado bien el partido, variando el juego buscando posiciones dominantes. El murciano se vio inicialmente sorprendido, le costó coger el ritmo y contrarrestar el de su rival, cayó en el primer set, pero en el segundo le vino la chispa y desarrolló un gran juego, volvió a las dejadas, a la derecha letal, a golpes 
espectaculares,… sin embargo, creo que el desgaste físico era grande, a pesar de su gran preparación correr detrás de todas las bolas hasta las imposibles es algo que pasa factura, en este caso tras empatar a sets y en el comienzo del tercero comenzó a sentir calambres y todo se vino abajo, regaló la manga ya que casi no podía moverse y aunque siguió en pista no podía estar en condiciones de enfrentarse a Nole. El serbio se llevó el partido y el español se quedó con un retrogusto que le costará sobrepasar, los nervios, eso indicó en la entrevista posterior, le jugaron una mala pasada.
Por el lado de abajo del cuadro se enfrentaron Ruud y Zverev, y hemos de decir que el noruego impuso su juego tradicional sobre tierra al gigante germano que no pudo oponerse en ningún momento. Tres sets fueron suficientes y el último 6-0 para que Ruud pasara a la final y repita el domingo frente a Djokovic.
