La vuelta de Rafa tras un año de parón por las lesiones es un gran acontecimiento, que sin embargo plantea muchas incógnitas, la principal es si logrará alcanzar el ritmo de competición y ser un serio oponente en este exigente mundo del tenis. Los primeros partidos en Australia parecen indicar que va en el buen camino, dos victorias y una derrota en Brisbane, con un último partido muy exigente con un oponente en gracia y donde desaprovechó tres bolas de partido. Creo que el esfuerzo fue excesivo, aún no está rodado y a punto, pero mostró sus maneras de siempre y dejó muy buen sabor de boca. La pena es la posibilidad de que se repita una de sus lesiones. Veamos que sucede en el abierto australiano, donde los partidos son al mejor de cinco y por tanto las exigencias mucho mayores.
La mente de Rafa es grandiosa, en sus manifestaciones se muestra muy cuerdo, sabiendo lo que hace, sin presionarse,… pero creo que la profesión va por dentro y el circuito es despiadado, los jóvenes que ahora está arriba no perdonan y van a por todo, por eso creo que su vuelta será muy dura. Todos, creo, le deseamos lo mejor y será él el que decida cuando terminar, mientras a disfrutar de su juego y de sus formas.
