El Open de Madrid es muy esperado, este año sin que los españoles se luzcan. Tanto en hombres donde Alcaraz renunció a participar, como en damas donde Badosa tampoco jugó, vemos el disminuido potencial de la otrora ‘ Armada española’.
El torneo como siempre, con sus grandes zonas para los privilegiados y el gallinero para el resto, unos cómodamente sentados y dejando numerosos huecos y otros apretujados en las alturas.
Este año han contratado recogepelotas buenorros también, vamos que ya hay paridad. Vergonzosa dirección.
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